martes, 28 de mayo de 2013

¡NUEVA CARTA DE PHILEAS FOGG!

¡Qué sorpresa nos ha traído Eva! ¡Carta de nuestro amigo Phileas Fogg. Esta es la séptima. Y nos ha escrito lo siguiente: 
La lectura del CAPÍTULO 4º: RUMBO A CHINA Y JAPÓN ha sido esta: 

Para continuar su viaje, Phileas Fogg y sus compañeros se embarcaron rumbo a la ciudad china de Hong Kong, donde tomarían otro barco que les llevaría al lejano Japón.

Si todo salía como estaba pensado, en unos días llegarían a su destino, pero una vez a bordo, se desencadenó una gran tormenta que les desvió de su ruta y retrasó un día su llegada a puerto. ¿Lograrían coger el barco hacia Japón? ¿Tendrían que quedarse en Hong Kong?

Por suerte, el barco que les tenía que llevar también había sufrido desperfectos a causa de la tormenta y no podría zarpar hasta el día siguiente.

Fogg, Aouda y Passepartout buscaron un hotel para pasar la noche y, en cuanto estuvieron instalados, Passepartout se dirigió al puerto a comprar los pasajes para Japón.

¡Qué sorpresa se llevó el pobre mayordomo! Las reparaciones habían terminado antes de lo que esperaban y el barco partía esa misma noche. Debía avisar sin falta a sus compañeros o perderían el pasaje.

De vuelta al hotel, se cruzó con un personaje que ya se había convertido en un viejo conocido: el inspector Fix, que se había adelantado a nuestros viajeros y se encontraba en Hong Kong esperando la orden de arresto contra el señor Fogg.

Decidido a no perder la oportunidad de detenerlo, el inspector Fix le confesó a Passepartout que su sospecha de que el señor Fogg era el famoso ladrón del Banco de Inglaterra y le pidió ayuda para retenerlo en Hong Kong hasta que llegara la orden. Pero Passepartout no quiso ayudarlo. ¿Cómo iba a ser su amigo un ladrón de bancos? Desde luego que no se lo creyó.

Ahora Fix se encontraba en un problema. No podía dejar que el señor Fogg se le escapara una vez más ante sus narices. Así que vertió unas gotas de un líquido adormecedor en la copa que estaba bebiendo el mayordomo para que no pudiera avisar a sus compañeros.

Passepartout durmió toda la noche y, cuando se despertó, comprobó que se encontraba en el barco y no tenía ni idea de cómo había llegado hasta allí.

Fogg y Aouda no pudieron coger ese barco pero un marinero se ofreció a llevarlos hasta Shanghái y desde allí tomaron otro barco con destino a Japón antes de que llegara la orden de arresto. ¡Una vez más habían conseguido librarse del inspector Fix!

Cuando desembarcaron en Yokohama, Fogg y Aouda se encontraron con Passepartout en el muelle y los tres se dieron un fuerte abrazo.

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