Nos ha vuelto a llegar carta de nuestro amigo PHILEAS FOGG.
Una vez leída, he comenzado la lectura del CAPÍTULO Nº 2 dónde nos relata su primer destino: EGIPTO.
Aquí os dejo el relato.
Fogg anunció a Passepartout, su nuevo mayordomo, que esa misma noche emprenderían un largo viaje alrededor del mundo y le pidió que preparara los equipajes y los pasaportes.
Rápidamente ambos se dirigieron a la estación para tomar un tren de vapor que los llevó hasta Italia y, una vez allí, tomaron un barco de vapor que los condujo rumbo a Egipto.
El viaje había empezado sin contratiempos. Desde la barandilla del barco podían ver el puerto de Suez y, hasta el momento, no habían sufrido ningún retraso de importancia. Sin embargo, los dos viajeros no sospechaban que en la ciudad les esperaba alguien que terminaría causándoles problemas: el inspector Fix, que investigaba el robo en el Banco de Inglaterra.
Pero, ¿qué tenía que ver el robo con Phileas Fogg?
Pues muy sencillo, el inspector Fix sospechaba que Phileas era el ladrón y que el viaje que estaba realizando no era más que una estratagema para huir del país.
Por esa razón, se dirigió al consulado inglés en Suez, que era el lugar donde los viajeros tenían que sellar sus pasaportes, para que los retuvieran en Egipto mientras llegaba la orden de arresto que le enviarían de Inglaterra.
Pero no fue eso lo que ocurrió. Como la orden de arresto no llegó a tiempo, en el consulado no tuvieron más remedio que sellarles los pasaportes y así Fogg y Passepartout pudieron continuar su viaje.
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