Y esta es la lectura del CAPÍTULO 5: RUMBO A ESTADOS UNIDOS.
Fogg, Aouda y Passepartout embarcaron en un buque con destino a San Francisco, en los Estados Unidos, donde debían tomar un tren que les llevaría a Nueva York.
En el barco, Passepartout se encontró otra vez con Fix, quien le informó que aún con la orden de arresto, no detendría a Fogg hasta llegar a Londres.
Una vez en San Francisco, después de sellar sus pasaportes, decidieron visitar la ciudad,ya que disponían de unas horas libres.
Esa misma tarde, tomaron un tren que los llevaría a Nueva York. El viaje transcurrió sin problemas hasta que el tren se detuvo bloqueado por una manada de bisontes.
Eso supuso perder unas horas hasta que consiguieron que la manada saliera de las vías.
El tren prosiguió su camino pero de nuevo tuvo que detenerse. Las vías travesaban un puente de madera tan viejo y desvencijado que el maquinista no se atrevía a cruzarlo por el miedo a que no resistiera el peso de los vagones.
Los pasajeros discutieron largo rato con el maquinista hasta que lograron convencerlo de que la única solución era atravesarlo muy rápido. El maquinista puso a toda velocidad la locomotora y logró que el tren pasara al otro lado del puente pero, justo cuando terminaron de cruzarlo, este cayó destruido tal y como había afirmado el maquinista.
Continuaron el viaje hasta que el tren sufrió un ataque de los indios. Como eran muchos, decidieron que lo mejor era llegar al fuerte donde los soldados podrían ayudarlos. Lo consiguieron con la ayuda de Passepartout, que ágilmente pasó de un vagón a otro sin ser visto, hasta llegar a la locomotora y detenerla en el mismo fuerte. Una vez allí, los soldados consiguieron vencer a los indios, quienes huyeron, pero llevándose como rehén al mayordomo.
Fogg, con la ayuda de algunos soldados, se dirigió al rescate de Passepartout, consiguiéndolo salvar exitosamente. Pero cuando regresaron al fuerte el tren ya había emprendido la marcha sin ellos.
Fogg buscó una solución y consiguió otro medio de transporte para dirigirse hasta la estación de Omaha: un trineo de vela. Desde allí continuaron a Nueva York en tren, donde esperaban encontrar un barco para regresar a su país.
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