EL FINAL DEL VIAJE

Ya hemos llegado casi casi al final del viaje. Les he leído el CAPÍTULO: 6 REGRESO A LONDRES del libro y decía así: 

Preparados para emprender el viaje de regreso a Londres, con el fin de ganar la apuesta, debían tomar un barco rumbo a Inglaterra. Pero ¡qué mala suerte! Hacía 45 minutos que había zarpado y no salía otro barco hasta 4 días más tarde, cosa que les haría perder la apuesta.

Fogg no se dio por vencido y buscó a alguien que les pudiera llevar.

Después de muchos intentos, dio con un barco que se dirigía a Francia.

Una vez en alta mar, Fogg pagó a la tripulación del barco para que, sin que el capitán se enterara, cambiaran el rumbo hacia Inglaterra.

Todo fue bien hasta que a medio camino se quedaron sin combustible.

Fogg habló con el capitán para proponerle la única solución posible: Desmontar parte del barco y usar la madera para alimentar la máquina

de vapor.

Fue de esa manera como consiguieron llegar a Inglaterra. Pero los tres viajeros no se podían imaginar que allí estaría esperándoles el inspector Fix para detenerlos y encarcelarlos.

Casualmente, unos días antes habían detenido al verdadero ladrón del Banco de Inglaterra. En cuanto se enteró, el inspector Fix liberó a Fogg pidiéndole disculpas. ¡Por fin estaban libres y todavía podían ganar la apuesta!

Una vez liberado, Fogg y sus compañeros tomaron el primer tren con dirección a Londres. Si tenían suerte podrían llegar a tiempo al Reform Club.

Pero, por desgracia, llegaron 5 minutos más tarde de lo previsto.

¡El señor Fogg había perdido la apuesta y toda su fortuna!

Tristes por la derrota, se fueron a casa a descansar. Por la mañana, Fogg pidió a Aouda que se casase con él y ella aceptó. ¡Aunque había perdido la apuesta, el señor Fogg había ganado el amor de la hermosa Aouda!

Cuando Passepartout iba a buscar al cura para que los casara, se dio cuenta de que se habían equivocado de día. Habían llegado un día antes de lo previsto y, por lo tanto, ¡habían ganado la apuesta!

Así fue como Phileas Fogg pudo demostrar que era posible dar la vuelta al mundo en 80 días.